Vegeta se dispone a seguir un duro entrenamiento para superar los límites del Super Saiyajin Dios. Al volver del entrenamiento, se encuentra con Wiss, quien se encontraba almorzando con Bulma. Wiss le explica que para ser más fuerte, debe convertirse en un Super Saiyajin Dios, y ocultar al máximo su ki. Además, le revela que fue el maestro del Dios de la destrucción. Vegeta, inmediatamente le pide a Wiss que lo entrene, y a cambio, le prepara la comida más deliciosa de la tierra, sopa de ramen instantánea. Al quedar maravillado, Wiss se lleva a Vegeta convirtiéndolo en su nuevo discípulo.