Ana Luisa tiene padres ricos, a los que el tiempo siempre les alcanza para sus múltiples compromisos sociales, pero no para ella. Antón es de familia muy pobre, y todas las tardes trabaja en una pequeña heladería sustituyendo a su madre enferma. A pesar de tales diferencias sociales, los dos son muy amigos. En la reprise del homónimo libro infantil de Erich Kästner esta vez Ana Luisa no vende cerillas para ayudar a Antón a ganar dinero, sino que canta en el centro de Múnich, mientras sus padres están en la ópera. Esas canciones Ana Luisa las ha aprendido de Laurence, su chica au-pair francesa, con quien sus padres, eternamente ausentes, la dejan tranquilos. Cuando Carlos, el taimado amigo de Laurence, intenta robar en la casa de Ana Luisa, felizmente están allí presentes de nuevo Antón y el ama de llaves, la gorda Berta, con una grandiosa idea…